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jueves, 1 de diciembre de 2011

Como un arcano, Javier Luna



Big Bang o los pases de un Mago (¡abracadabra!): Palermo. De alguna manera se instala Palermo ―¿quién puede tener la verdad? Como Palermo, cuántos planetas en la vía láctea―. Saturno, Júpiter, Parque Chas, Plutón, Neptuno, por ejemplo, y Palermo. Esfera sostenida por cuatro semáforos amurados al caparazón de una tortuga de zoológico; rodeada de anillos de plástico y asfalto. ¡Pero miren!, qué colorido, qué inundado está del caldo primordial, hasta parecen lagunas esos manchones azules.
Se está sacudiendo; es un temblor, un rugido de parto, división, algo que brota y se desgarra. Palerremoto, palermitosis. Se desprenden palermos de Palermo, y más palermos de los palermos anteriores. Lo que antes era unidad ahora se vuelve sistema. El espacio es infinito; no hay límites para la reproducción, pero hay un centro. Palermo Piedra Angular, cuya base planetaria se yergue central y lejana como un eje, como una Torre Oscura que proyecta haces o halos en un sinfín de direcciones, hacia un sinfín de palermos. ¡Pero si desde los miradores que se levantan en cada uno lo pueden ver!: Palermo como un punto de fuga; y por el camino de los haces, autos y malabaristas en una procesión con glam y garbo.
El cuadro se repite en todos los palermos; la imagen se reitera y se recorta: es una carticella de Tarot. El Loco, La Papisa, El Diablo, La Luna, por ejemplo, y Palermo. El arcano intermedio sin artículo, porque Palermo es andrógino, igual que el Mago aquel, el del abracadabra y el Big Bang. ¿Qué dirá de nuestra suerte este triunfo? Ya sabemos que el verde es sensación, el amarillo intelecto, el rojo amor, y el gris la conjunción de todo eso. ¿Quién puede tener la respuesta? Así como Palermo, cuántos misteriosos sistemas de símbolos que ocultan su significado.




Javier Luna, Firmat-Buenos Aires, 1984. Intentó la carrera de Letras al tiempo que apuraba una licenciatura en el área de las Ciencias Económicas. Ha colgado en la pared, también, un diploma de Profesor universitario junto al hueco que espera el de Corrector de textos en español. Su cuento “Los Idiotas” logró el tercer lugar en el Concurso de Relatos Crepúsculo 2009 (editado en la Revista Crepúsculo Nro. 14). El relato "Atardecer naranja” integra la antología Una noche de milonga, editada por la Asociación Argentina de Tango. Tiene inédita su primera novela, Cliché.


Foto: Sebastián Rocotovich

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